martes, 27 de octubre de 2009

El torpe dragón y el valiente cocinero

Hace miles de años en la isla tranquila de Costa Luna, nació la primera hija de los reyes ricos, que se llamaba Marianela. Ésta era muy bella, buena y graciosa, con ojos marrones, y un pelo negro que le llegaba a la cintura.
Cuando cumplió 21 años, los reyes hicieron una fiesta en su lujoso castillo e invitaron a todos los vecinos de la región y a su poderoso dragón dorado. Era un dragón torpe y se enojaba fácilmente.
La fiesta era divertida, los trajes eran de color blanco y negro para los hombres y rojo y negro para las mujeres. Cuando estaban en la fiesta, vieron que estaba el dragón, que bebió y bailó el
bals con la reina.
Como consecuencia, se resbaló y se cayó. Todos lo miraron y no hubo ninguno que no se riera. Por eso el dragón se enojó y secuestró a la princesa. Estaba tan enojado que usó su magia y convirtió a los invitados en ardillas. El único que se salvó fue un joven, el valiente y caballeroso cocinero, que estaba cocinado.
Como éste apreciaba a la princesa buscó ayuda a los ogros, quienes le aconsejaron darle vino al dragón. Decidió rescatar a la princesa, a los que estaban hechizados y al castillo. Tuvo que atravesar difíciles pruebas, como cruzar un bosque lleno de animales peligrosos y cruzar un puente colgante, donde encontró un duende que le dijo:
- Soy el guardián del bosque. El que quiere pasar tiene que resolver el acertijo.
- Y... ¿cuál será éste?
- Tendrás que decirme... el conductor de la carreta es alemán ¿y el caballo?
- Déjame pensar...
- Tienes un minuto
- ¡Lo tengo! ¡Es griego!
- ¡Acertaste! Puedes pasar.
Y pudo pasar.
También tuvo que escalar una montaña, matar al dragón y por fin llegar al palacio.
El rey viendo su valentía, le propuso casarse con su hija. Él aceptó y vivieron felices por siempre.

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